La energía o más bien los costes energéticos han tomado una importante relevancia en la sociedad de hoy en día. Los consumidores de energía y más concretamente las familias requieren un mayor control sobre sus consumos. La llamada pobreza energética y la necesidad de controlar y optimizar la factura energética requieren soluciones sencillas, tangibles y accesibles a toda la sociedad.
Por otro lado, el desarrollo tecnológico y la incorporación de soluciones “Smart” en los edificios y más especialmente en lo relacionado con el consumo y la producción energética no ha sido capaz de transferir o aportar todas sus ventajas o posibilidades al ciudadano.
Son estos dos fundamentos, más la necesidad de transmitir la información realmente relevante de una manera clara, directa y de manera útil los que pueden realmente cambiar el modo de consumir energía y con ellos reducir la carga económica de la energía dentro de la familia.
En otra derivada, no menos importante, las instituciones, las entidades de vivienda y las comunidades de propietarios en general sean destinadas al alquiler o no, necesitan controlar y minimizar la problemática de la morosidad. Vivir en una comunidad de propietarios compartiendo suministros y recursos supone solidaridad y respecto que en muchos casos por una u otra derivada no se dan y que generan graves conflictos sociales.
Si enfocamos el tema al ámbito de la rehabilitación, la situación del mercado refleja de manera integral todo lo anteriormente citado. Porqué una comunidad de propietarios opta por renovar en lugar rehabilitar energéticamente? El propietario es consciente del ahorro económico real que puede llegar a tener? Se puede medir el confort? El ahorro energético es real?
Frente a estas preguntas, muy de moda últimamente con el desarrollo de los procesos de rehabilitación, diferentes soluciones y tecnologías están o pueden cambiar la manera de afrontar estos procesos.
El desarrollo tecnológico y la incorporación de soluciones “Smart” pueden y deben cambiar el modelo de rehabilitación actual haciendo tangibles las bondades de una rehabilitación energética integral.
Está claro que la apuesta de la sociedad y las instituciones pasa por la renovación y rehabilitación del parque de viviendas existente, pero quedarse en un lavado de cara seria perder una importante oportunidad por mejorar el confort, la calidad de vida, la mejora medioambiental y por supuesto todas las posibilidades de desarrollo empresarial y tecnológico que podría suponer.
Poco a poco va calando en la sociedad y en los profesionales la necesidad de incorporar los mejores aislamientos, mejorar cerramientos, aplicar soluciones y técnicas constructivas que resuelvan los problemas de confort, habitabilidad, salubridad y un sinfín de aspectos visuales y arquitectónicos. Y del mismo modo, los fabricantes de soluciones y los especialistas en la colocación de dichas soluciones perfeccionan sus técnicas y aplicaciones.
Pero como intentábamos introducir al inicio de este artículo la pregunta y reto a resolver es, qué percepción tiene el consumidor o propietario sobre el verdadero resultado que puede obtener tras un proceso de rehabilitación?
Frente a esta pregunta, hoy podemos asegurar que la solución existe, es sencilla, fácil de implantar, flexible, adaptable, barata y que podría no solo ser útil para los propietarios de las viviendas sino que podría servir para evaluar los diferentes comportamientos de los edificios y de las soluciones ejecutadas. Hablamos de la tecnología “Smart”, de la monitorización, del uso inteligente de los datos y los comportamientos, de tangibilizar el coste del confort y de trasladar al usuario la responsabilidad de su factura energética.
Hablamos exactamente de monitorizar a tiempo real los contadores de gas o energía térmica en sistemas centralizados, los contadores de agua fría y caliente, los contadores eléctricos, sondas de temperatura y humedad en el interior de las viviendas, temperaturas exteriores, de cámaras, de garajes, los funcionamientos de los ventiladores o extractores, en definitiva todo aquel dato que permita al usuario y al profesional conocer a tiempo real que está pasando con su edificio o vivienda. Hablamos además de utilizar un lenguaje directo y claro, hablar de dinero y costes.
Hoy en día monitorizar cualquier tipo de contador, sonda o equipo es realmente sencillo y barato, y trasladar esos datos al usuario o al gestor es cuestión de descargarse una App. El avance de las tecnologías de la comunicación e integración de datos está permitiendo adaptarse a cualquier tipología de edificio o proyecto ya sea con un simple cableado IP, con una red wifi o con cualquier tecnología vía radio. Un pequeño conducto de PVC o una canaleta instalada durante el proceso de rehabilitación podría permitir a un usuario comparar los consumos y costes antes del proceso de rehabilitación con el consumo y coste posterior. Una red de sondas de temperatura y humedad conectadas a una red wifi comunitaria podrían proporcionar a todos los vecinos la información suficiente para evaluar su grado de confort e incluso gestionar de manera inteligente sus sistemas de calefacción.
Dentro de las posibles ventajas que genera el uso de las soluciones Smart esta la verificación del comportamiento de las energías renovables dentro de los edificios. Son muchos los propietarios que desconfían de las renovables porque desconocen lo que realmente aportan a su instalación. Un contador de producción energética con su conversión en euros, puesto a tiempo real en la mano de un propietario haciéndole visible el ahorro que está obteniendo frente a no usar las renovables es el mejor método para convencerle de la efectividad de las renovables.